Consejos Sanitarios
Una vez hayamos adquirido un perro, es muy importante seguir un protocolo de sanidad, que se inicia con la desparasitación del can, tanto para la salud de él, como para la tuya y la de tu familia.
Recuerda que la desparasitación debe hacerse una vez al mes externamente y cada tres meses internamente.
La desparasitación externa se realiza mediante collares, pipetas y/o sprays insecticidas. Es recomendable que se utilice un producto de amplio espectro que, además de pulgas y garrapatas, prevenga también contra el mosquito causante de la leishmaniosis. Esto debe hacerse durante todo el año, sobre todo en aquellos perros que estén más en contacto con la naturaleza.
Aunque creas que tu perro está correctamente desparasitado, intenta revisar que no tenga garrapatas en las orejas, el cuello, la boca o cerca de los ojos. Pueden cogerlas durante el paseo, al acercarse a un seto o a un árbol.
La desparasitación interna se realiza mediante comprimidos, pastas, jarabes o pipetas y siempre bajo la supervisión de tu veterinario. La frecuencia de la desparasitación dependerá de si el perro es un cachorro o no y del entorno en el que viva.
Los parásitos pueden ocasionar diarreas, vómitos, pérdida de peso y cierta irritabilidad. Ante cualquiera de estos síntomas, no dudes en consultar a tu veterinario.
Calendario de vacunas
El perro que adquieras debe estar correctamente vacunado según le corresponda a su edad:
Con una correcta prevención mediante pipetas o collares específicos evitarás que tu perro pueda ser picado por el mosquito que trasmite la leishmaniosis. Con pipetas, sprays y collares evitarás que las garrapatas trasmitan la enfermedad de la ehrliciosis. Con pastillas evitarás que el parásito de la filaria trasmita la enfermedad de la dirofilariosis.
Todas estas enfermedades pueden ser mortales. Sólo la prevención y la observación de determinados síntomas como: inapetencia, pérdida acentuada de peso, hemorragias nasales, abdomen abultado, diarreas, apatía, calvicie en algunas zonas del pelaje, exceso de caspa, crecimiento excesivo de las uñas, fiebre muy alta, aumento de los ganglios, problemas respiratorios, falta de apetito, signos neurológicos, ceguera, vómitos, parálisis, convulsiones… te darán pistas de que tu perro está enfermo.
Ponte en manos de tu veterinario, que te asesorará sobre el tratamiento más adecuado.
Tos de las perreras: es una enfermedad común de lugares donde conviven muchos perros, de aquí la razón de su nombre. Es de fácil contagio y es posible que tu perro pueda estar enfermo si lo has adoptado en alguna perrera. No te asustes, es un simple resfriado. Los síntomas son episodios de tos seca, áspera y persistente, secreción nasal y fiebre ligera. Acude a tu veterinario para que te dé el tratamiento antibiótico más adecuado.
Y recuerda:
- No dejes que tu perro vaya suelto por la calle
- Recoje sus deposiciones y enséñale a que haga sus necesidades en zonas habilitadas
- No pasees con tu perro por espacios o parques en los que esté prohibido el acceso a los animales
- Respeta las prohibiciones
Una correcta convivencia entre personas y animales depende de ti.
Recuerda que la desparasitación debe hacerse una vez al mes externamente y cada tres meses internamente.
La desparasitación externa se realiza mediante collares, pipetas y/o sprays insecticidas. Es recomendable que se utilice un producto de amplio espectro que, además de pulgas y garrapatas, prevenga también contra el mosquito causante de la leishmaniosis. Esto debe hacerse durante todo el año, sobre todo en aquellos perros que estén más en contacto con la naturaleza.
Aunque creas que tu perro está correctamente desparasitado, intenta revisar que no tenga garrapatas en las orejas, el cuello, la boca o cerca de los ojos. Pueden cogerlas durante el paseo, al acercarse a un seto o a un árbol.
La desparasitación interna se realiza mediante comprimidos, pastas, jarabes o pipetas y siempre bajo la supervisión de tu veterinario. La frecuencia de la desparasitación dependerá de si el perro es un cachorro o no y del entorno en el que viva.
Los parásitos pueden ocasionar diarreas, vómitos, pérdida de peso y cierta irritabilidad. Ante cualquiera de estos síntomas, no dudes en consultar a tu veterinario.
Calendario de vacunas
El perro que adquieras debe estar correctamente vacunado según le corresponda a su edad:
- 6-8 semanas: primera vacunación (parvovirus, moquillo)
- 9-11 semanas: refuerzo (parvovirus, moquillo, parinfluenza, hepatitis, leptospirosis)
- 14-16 semanas: refuerzo (parvovirus, moquillo, parinfluenza, hepatitis, leptospirosis)
- 6 meses: rabia (vacuna opcional)
- + refuerzo anual
Con una correcta prevención mediante pipetas o collares específicos evitarás que tu perro pueda ser picado por el mosquito que trasmite la leishmaniosis. Con pipetas, sprays y collares evitarás que las garrapatas trasmitan la enfermedad de la ehrliciosis. Con pastillas evitarás que el parásito de la filaria trasmita la enfermedad de la dirofilariosis.
Todas estas enfermedades pueden ser mortales. Sólo la prevención y la observación de determinados síntomas como: inapetencia, pérdida acentuada de peso, hemorragias nasales, abdomen abultado, diarreas, apatía, calvicie en algunas zonas del pelaje, exceso de caspa, crecimiento excesivo de las uñas, fiebre muy alta, aumento de los ganglios, problemas respiratorios, falta de apetito, signos neurológicos, ceguera, vómitos, parálisis, convulsiones… te darán pistas de que tu perro está enfermo.
Ponte en manos de tu veterinario, que te asesorará sobre el tratamiento más adecuado.
Tos de las perreras: es una enfermedad común de lugares donde conviven muchos perros, de aquí la razón de su nombre. Es de fácil contagio y es posible que tu perro pueda estar enfermo si lo has adoptado en alguna perrera. No te asustes, es un simple resfriado. Los síntomas son episodios de tos seca, áspera y persistente, secreción nasal y fiebre ligera. Acude a tu veterinario para que te dé el tratamiento antibiótico más adecuado.
Y recuerda:
- No dejes que tu perro vaya suelto por la calle
- Recoje sus deposiciones y enséñale a que haga sus necesidades en zonas habilitadas
- No pasees con tu perro por espacios o parques en los que esté prohibido el acceso a los animales
- Respeta las prohibiciones
Una correcta convivencia entre personas y animales depende de ti.
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