Enfermedades Respiratorias

Tos de las perreras. Es la tos seca que puede darle a tu perro cuando esté junto con otros en un área sucia e infectada, dentro de jaulas y compartiendo utensilios con los demás. Es común que la contraigan los perros en las perreras o las tiendas de mascotas con mala higiene. Este mal se transmite por mocos, saliva, estornudos, comederos, jaulas, etc. Si no la descubres a tiempo con el tratamiento adecuado, tu perro puede caer en un cuadro de neumonía, pudiendo morir.

Síntomas: tos, moco seroso (transparente y sin olor), moco purulento (de color y maloliente), depresión, postración, inapetencia, fiebre (que observarás en el abdomen, los cojinetes plantares calientes y resecos, la nariz reseca), conjuntivitis.

Tratamiento: Limpia y desinfecta con cloro, cloruro de benzalconio, hipoclorito de sodio o clorhexidina el área donde vive tu perro, sobre todo si convive con otros perros para evitar una reinfección. Aísla a los animales enfermos para evitar que pueda contagiar a otros. En caso de tener sólo un perro, desinfecta las áreas donde se encuentre y visita al veterinario.

Ya que el sistema respiratorio es muy delicado, no le administres ningún medicamento como aspirinas, jarabes, etc., porque complicarían el problema todavía más. Consulta al veterinario apenas presente alguno o varios de los síntomas comentados para que el veterinario recomiende la terapia apropiada y la apliques en la mayor brevedad posible.


Moquillo canino. Es una enfermedad viral común en los animales jóvenes y viejos no vacunados. Los animales infectados eliminan el virus a través de todas las secreciones del cuerpo, así como la orina y las heces. Las principales fuentes de infección son las tiendas de mascotas, los criaderos, perreras, etc., cuando están sucios e infectados.

Síntomas: son muy variables, pero lo más común es que presente falta de apetito, depresión, fiebre, rinitis y conjuntivitis con secreciones anormales (moco de color verde, con pus, etc.), neumonía, bronconeumonía, vómito, diarrea, síntomas nerviosos en la fase terminal.

Prevención: Es posible mejorar o erradicar la incidencia de la enfermedad por medio de la vacunación. Si tuviste perros enfermos antes de que llegara el nuevo cachorro, desinfecta a conciencia con agua, detergente y lejía todas las zonas que aquel perro acostumbraba visitar por unos cuatro días consecutivos y enjuágala perfectamente con agua, para que no irrite las partes sensibles del nuevo cachorro.

Tratamiento: Depende mucho de tu paciencia en la aplicación del tratamiento indicado por el veterinario. Si tu perro llega a recuperarse tendrá secuelas nerviosas; los cojinetes plantares, al igual que la nariz, quedarán agrietados de por vida. A pesar de esto vivirá una vida casi normal.