Los ataques de perros a personas
Cada día escuchamos noticias relacionadas con ataques de perros a niños y adultos,unos quedan en desagradables sustos, otros en secuelas físicas y psíquicas de por vida, y otros lamentablemente en muerte.
Desafortunadamente, son las consideradas razas potencialmente peligrosas las que se llevan la mala fama de estos ataques, pero la realidad es otra muy diferente, y que más adelante comentaré.
Principalmente, quiero recalcar que no hay perros peligrosos sino dueños irresponsables. Hay dueños agresivos que por su perfil también adquieren perros que tienen más carácter que otros, y que son educados para ser agresivos. Otros simplemente no saben educar al perro, humanizándolo. Otros perros, los callejeros, muerden por miedo. Pero, paradójicamente, la mayoría de los ataques de perros a personas se dan dentro del hogar, y son realizados mayoritariamente a niños de entre 5 y 10 años de edad.
Esta peculiaridad es fácil de entender: el perro, mientras el niño es pequeño, lo considera un cachorro, pero cuando el niño empieza a crecer y empieza a jugar con más osadía con el perro, éste lo va considerando una competencia dentro de la manada, y ante cualquier “ataque” del niño al perro éste responde atacando. Es por eso que, como adultos, debemos concienciar al niño de no sobrepasarse con el perro en según qué bromas: tirón de orejas, de la cola, quitar juguete, acercarse a la comida, etc. y mantenernos vigilantes para evitar desgracias.
Los pasos más importantes que debes seguir para evitar ataques de tu perro en tu casa son:
- Educa a tu perro correctamente, no lo trates como a una persona. El peor error que cometemos es humanizar al perro. Hay que educar al perro como integrante de la familia, de la manada para él, pero siempre siendo él el último eslabón: un perro sumiso ante las órdenes de los miembros de la familia a la que él pertenece
- Educa a los más pequeños de la casa para que traten al perro como un animal que siente y padece, no como un juguete al que pueden golpear o maltratar
- Elige el perro adecuado: hay perros que no toleran los niños, infórmate bien de la raza para evitar futuros incidentes
- Estate atento y enseña a los pequeños a leer las señales del perro de una posible agresión: mirada de reojo, enseñar dientes, orejas hacia atrás…
- Prohíbe a los más pequeños acercarse a un perro atado, tras una verja o comiendo, así como pegarles sustos de broma cuando el perro esté durmiendo, por ejemplo, y circular con sus bicicletas ante perros desconocidos que puedan abalanzarse sobre ellos.
Y, como he comentado antes, no hay que temer solo las razas que son catalogadas como potencialmente peligrosas, porque hay razas como el chihuahua, el chow chow, el schnauzer grande, etc. que no toleran nada los niños y que son, por tanto, razas proclives a atacar a los más pequeños si son importunados. Las estadísticas hablan, y la raza que más ataques ha realizado a niños y a adultos ha sido, ni más ni menos, que el pastor alemán.
Así que, la mejor prevención, es la educación.
Desafortunadamente, son las consideradas razas potencialmente peligrosas las que se llevan la mala fama de estos ataques, pero la realidad es otra muy diferente, y que más adelante comentaré.
Principalmente, quiero recalcar que no hay perros peligrosos sino dueños irresponsables. Hay dueños agresivos que por su perfil también adquieren perros que tienen más carácter que otros, y que son educados para ser agresivos. Otros simplemente no saben educar al perro, humanizándolo. Otros perros, los callejeros, muerden por miedo. Pero, paradójicamente, la mayoría de los ataques de perros a personas se dan dentro del hogar, y son realizados mayoritariamente a niños de entre 5 y 10 años de edad.
Esta peculiaridad es fácil de entender: el perro, mientras el niño es pequeño, lo considera un cachorro, pero cuando el niño empieza a crecer y empieza a jugar con más osadía con el perro, éste lo va considerando una competencia dentro de la manada, y ante cualquier “ataque” del niño al perro éste responde atacando. Es por eso que, como adultos, debemos concienciar al niño de no sobrepasarse con el perro en según qué bromas: tirón de orejas, de la cola, quitar juguete, acercarse a la comida, etc. y mantenernos vigilantes para evitar desgracias.
Los pasos más importantes que debes seguir para evitar ataques de tu perro en tu casa son:
- Educa a tu perro correctamente, no lo trates como a una persona. El peor error que cometemos es humanizar al perro. Hay que educar al perro como integrante de la familia, de la manada para él, pero siempre siendo él el último eslabón: un perro sumiso ante las órdenes de los miembros de la familia a la que él pertenece
- Educa a los más pequeños de la casa para que traten al perro como un animal que siente y padece, no como un juguete al que pueden golpear o maltratar
- Elige el perro adecuado: hay perros que no toleran los niños, infórmate bien de la raza para evitar futuros incidentes
- Estate atento y enseña a los pequeños a leer las señales del perro de una posible agresión: mirada de reojo, enseñar dientes, orejas hacia atrás…
- Prohíbe a los más pequeños acercarse a un perro atado, tras una verja o comiendo, así como pegarles sustos de broma cuando el perro esté durmiendo, por ejemplo, y circular con sus bicicletas ante perros desconocidos que puedan abalanzarse sobre ellos.
Y, como he comentado antes, no hay que temer solo las razas que son catalogadas como potencialmente peligrosas, porque hay razas como el chihuahua, el chow chow, el schnauzer grande, etc. que no toleran nada los niños y que son, por tanto, razas proclives a atacar a los más pequeños si son importunados. Las estadísticas hablan, y la raza que más ataques ha realizado a niños y a adultos ha sido, ni más ni menos, que el pastor alemán.
Así que, la mejor prevención, es la educación.
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