La llegada de un bebe a casa
Uno de los miedos más comunes entre propietarios de un perro, es cuando éstos esperan la llegada de un bebé. Es motivo de muchas consultas la pregunta, ¿cómo reaccionará mi perro?. ¿Debo prepararlo para el nuevo acontecimiento?. ¿Para una nueva vida? Afortunadamente, las estadísticas están a favor de los perros: la gran mayoría de mascotas aceptan con curiosidad la llegada de un nuevo miembro a la familia (o a la manada, desde el punto de vista del perro).
Pero, hay una minoría de perros que pueden percibir al nuevo miembro como alguien extraño, e incluso, como una posible pieza de caza, sobretodo, en aquellos perros que no están acostumbrados no solo a los bebes, sino tampoco a los niños. Por tanto, para estos casos, tendremos que empezar a prepararnos tomando varias precauciones:
1. Asegúrate de que nuestro perro no tiene ningún problema de agresividad hacia los niños, o adultos o de que no haya presentado ningún comportamiento cazador hacia pájaros, gatos o cualquier otro mamífero.
2. Si la respuesta es que sí, convendría que visitaras al veterinario o a un etólogo para que te indicara un plan de trabajo
3. Si la respuesta es que no, hay que tener en cuenta que el perro va a recibir menos atención que antes, lo que se traducirá en que empezará a mostrar conductas para llamar la atención o bien por puro aburrimiento: destrozar cosas, hacer agujeros en el jardín, etc.
¿Cómo evitar todo esto? Intenta no prestarle menos atención, sé cariñoso/a con él y vé presentando el bebé al perro poco a poco, hazle partícipe en los paseos familiares, aprendiendo a asociar el juego y el buen trato con la llegada del nuevo bebé. Eso sí, los primeros días, semanas, mantenlo vigilado.
Hay que tener en cuenta, que un perro nunca se debe dejar solo con un niño, no porque el perro sea agresivo automáticamente, pero los niños cuando son pequeños, sienten mucha curiosidad, lo quieren tocar todo desde muy pequeños, y tienden a arañar, a pellizcar, a apretar… Si lo hacen con un perro, y lo lastiman o dañan, el perro intentará defenderse. No entiende porqué le hacen daño. Por ello, es fundamental que siempre estés ante el perro y tu hijo, para guiar también al niño sobre cómo debe acariar al perro, y cómo no debe dañarle. El simple hecho, de que un niño, por ejemplo, de 2 años, se abalance sobre un perro para abrazarle, puede asustar al perro, que puede traducir ese abrazo como una agresión.
Importante para los padres:
1. No reñir nunca al perro cuando se acerque curioso alrededor del niño.
2. Dejar que el perro huela y vea al niño.
3. Promover la asociación de experiencias divertidas con la presencia del niño.
4. Dedicar un tiempo al día totalmente al perro, para jugar solo con él.
5. No dejar nunca solos al niño y al perro.
6. Nunca aislar al perro del niño.
Pero, hay una minoría de perros que pueden percibir al nuevo miembro como alguien extraño, e incluso, como una posible pieza de caza, sobretodo, en aquellos perros que no están acostumbrados no solo a los bebes, sino tampoco a los niños. Por tanto, para estos casos, tendremos que empezar a prepararnos tomando varias precauciones:
1. Asegúrate de que nuestro perro no tiene ningún problema de agresividad hacia los niños, o adultos o de que no haya presentado ningún comportamiento cazador hacia pájaros, gatos o cualquier otro mamífero.
2. Si la respuesta es que sí, convendría que visitaras al veterinario o a un etólogo para que te indicara un plan de trabajo
3. Si la respuesta es que no, hay que tener en cuenta que el perro va a recibir menos atención que antes, lo que se traducirá en que empezará a mostrar conductas para llamar la atención o bien por puro aburrimiento: destrozar cosas, hacer agujeros en el jardín, etc.
¿Cómo evitar todo esto? Intenta no prestarle menos atención, sé cariñoso/a con él y vé presentando el bebé al perro poco a poco, hazle partícipe en los paseos familiares, aprendiendo a asociar el juego y el buen trato con la llegada del nuevo bebé. Eso sí, los primeros días, semanas, mantenlo vigilado.
Hay que tener en cuenta, que un perro nunca se debe dejar solo con un niño, no porque el perro sea agresivo automáticamente, pero los niños cuando son pequeños, sienten mucha curiosidad, lo quieren tocar todo desde muy pequeños, y tienden a arañar, a pellizcar, a apretar… Si lo hacen con un perro, y lo lastiman o dañan, el perro intentará defenderse. No entiende porqué le hacen daño. Por ello, es fundamental que siempre estés ante el perro y tu hijo, para guiar también al niño sobre cómo debe acariar al perro, y cómo no debe dañarle. El simple hecho, de que un niño, por ejemplo, de 2 años, se abalance sobre un perro para abrazarle, puede asustar al perro, que puede traducir ese abrazo como una agresión.
Importante para los padres:
1. No reñir nunca al perro cuando se acerque curioso alrededor del niño.
2. Dejar que el perro huela y vea al niño.
3. Promover la asociación de experiencias divertidas con la presencia del niño.
4. Dedicar un tiempo al día totalmente al perro, para jugar solo con él.
5. No dejar nunca solos al niño y al perro.
6. Nunca aislar al perro del niño.
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