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El Bull Terrier

Origen: Inglaterra
Aptitudes particulares: Perro de compañía. Perro de guarda-defensa.
Esperanza de vida: 13 años
Talla de la raza: 35 a 50 cm.
Peso de la raza: 20 a 40 kg.
Standard FCI: Número 11 - Grupo 3
Standard AKC: Terrier

Los perros bull terrier tienen una presencia imponente, aún cuando no son de talla elevada. Algunos los consideran feos, pero a mi parecer, con su cabeza de huevo y su cuerpo musculoso, están entre los perros más hermosos que existen.

Originaria de Gran Bretaña, esta raza canina se puede presentar en dos variedades: bull terrier (también conocido como bull terrier estándar) y bull terrier miniatura. Según el American Kennel Club (AKC), estas dos variedades son dos razas diferentes. Según la Federación Cinológica Internacional (FCI), las dos variedades conforman una sola raza, pero son juzgadas por separado y no deben cruzarse.

Apariencia del bull terrier
El bull terrier es un perro musculoso que, aunque no es de talla grande, es impresionante e inspira mucho respeto. Si bien no es un perro de guarda y protección, su apariencia musculosa y su expresión inteligente y decidida pueden intimidar incluso a los más valientes.

La cabeza es la característica que distingue a este perro de los demás. La cabeza del bull terrier no tiene stop (depresión naso-frontal) y tiene forma de huevo, libre de depresiones o hendiduras. La región superior del cráneo es casi plana entre las orejas. Las orejas del bull terrier, por su parte, son pequeñas y delgadas, y están muy juntas la una de la otra. El perro debe ser capaz de mantenerlas erectas con la punta hacia arriba.

La nariz, negra y con fosas nasales bien desarrolladas, se curva hacia abajo en la punta. Las mandíbulas son muy poderosas, lo que se nota porque las mejillas de estos perros son bien desarrolladas, aunque no exageradamente. Cuando los perros cierran la boca, la cara interna de los incisivos superiores entra en contacto con la cara externa de los incisivos inferiores. Es decir que la mordida cierra en tijera.

Los ojos del bull terrier son negros o de un color marrón muy oscuro (casi negros), estrechos y triangulares. Están dispuestos oblicuamente en el cráneo y tienen una mirada brillante que expresa decisión e inteligencia.

El cuello es musculoso, largo y arqueado. No presenta papada. Por su parte, el cuerpo del bull terrier es robusto y redondeado, con costillas bien arqueadas. La espalda corta y fuerte se continúa con un lomo amplio y musculoso. El pecho es profundo y amplio. La línea inferior forma una elegante curva ascendente desde el pecho hacia el abdomen.

Al igual que en otros terrier de tipo bull, la cola del bull terrier es gruesa en la base y se estrecha hacia la punta. Es corta y de inserción baja.

El pelo es corto, áspero, bien apretado y presenta un fino brillo. En invierno puede aparecer un subpelo de textura suave. El pelaje del bull terrier puede presentarse en diferentes colores. Los ejemplares blancos deben tener el cuerpo completamente blanco, pero pueden presentar manchas de color en la cabeza. En los bull terrier que no son blancos, debe predominar el color que presente el cuerpo. Se aceptan perros de color negro, atigrado, rojo, leonado y tricolor. Los colores azul e hígado son indeseables.

Temperamento y carácter de los perros bull terrier
Si tuviera que describir el temperamento de los perros bull terrier en una sola palabra, tendría que decir "valiente". Estos perros son extremadamente valientes y combativos. Además son muy leales, activos y apegados a sus dueños.

Los bull terrier necesitan mucha compañía y afecto, y es muy mala idea dejarlos solos por largos períodos porque es seguro que destruirán lo que encuentren. Además de compañía, necesitan mucha supervisión, y no son apropiados para muchas familias. De hecho, no son perros recomendables para familias que nunca antes han tenido un perro.

El ejercicio es fundamental para esta raza. Los bull terrier necesitan hacer mucho ejercicio para quemar la enorme cantidad de energía que tienen. Si bien son perros que aprenden nuevas cosas con facilidad, resultan más difíciles de entrenar que otras razas de perros porque se distraen con la misma facilidad con la que aprenden. El adiestramiento tradicional resulta muy complicado con estos perros, y no suele dar buenos resultados. En cambio, los estilos de adiestramiento canino en positivo dan mejores resultados.

Aunque estos perros pueden llevarse bien con los niños, si han sido bien socializados desde cachorros, no son mascotas ideales para familias con niños pequeños. Los bull terrier suelen reaccionar agresivamente cuando se sienten atacados o amenazados, por lo que puede ser muy problemática su convivencia con niños pequeños que todavía no son capaces de cuidar apropiadamente a los perros. Además, son perros que pueden jugar con mucha violencia, resultando peligroso que jueguen con niños pequeños.

Tampoco es buena idea tener un bull terrier con otro perro del mismo sexo. Los bull terrier suelen ser agresivos con perros de su mismo sexo y las peleas pueden llegar a ser muy violentas. Y, por norma general, tampoco se llevan bien con otras mascotas.

Es muy importante socializar a los perros bull terrier desde cachorros para evitar problemas futuros.

Peso y altura
Dado que existen dos variedades de bull terrier, estándar y miniatura, existen diferencias entre las tallas y pesos de los perros pertenecientes a cada una de estas variedades. Por supuesto, el bull terrier estándar es más grande y pesado que el bull terrier miniatura.

El estándar FCI indica que no existen límites de peso o estatura para esta raza, pero que los bull terrier deben dar la impresión de máxima solidez, consistente con sus rasgos distintivos y sexo.

Sin embargo, la altura a la cruz para los bull terrier miniatura no debe exceder los 35,5 centímetros.

Salud y cuidados
Los bull terrier, tanto estándar como miniatura, suelen ser perros muy saludables cuya esperanza de vida ronda entre los 10 y 12 años. Las dos variedades de esta raza se caracterizan por no ser susceptibles a muchas dolencias hereditarias. Sin embargo, pueden padecer dislocaciones de rodilla, obesidad, alergias y problemas de comportamiento compulsivo.

Los altos niveles de testosterona de los bull terrier machos no son necesariamente un problema de salud, pero sí pueden constituir un problema de convivencia, ya que aumentan la territorialidad de estos perros. Si no se piensa criar, es recomendable castrar a los machos. De manera análoga, es recomendable esterilizar a las hembras que no vayan a reproducir.

Los bull terrier pueden acostumbrarse a vivir en departamento si es que se les proporciona el ejercicio suficiente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los bull terrier de la variedad estándar pueden ser muy activos y sería mejor para ellos si cuentan con un jardín mediano para ejercitarse. Los bull terrier miniatura pueden vivir muy bien en un departamento.

Aunque los bull terrier pierden pelo con regularidad, su pelaje es fácil de mantener. El cepillado periódico (con un guante-cepillo) y el baño ocasional son suficientes.

Historia del bull terrier
Al igual que la historia de los demás terrier de tipo bull, la historia de los perros bull terrier está relacionada con las peleas entre perros y toros y con las peleas de perros. Cuando las peleas de toros fueron prohibidas por ley en Gran Bretaña, allá por 1835, se desarrollaron cruces entre los bulldog y perros terrier para conseguir animales más ligeros pero igualmente tenaces, capaces de resistir y dar lucha en el nuevo y cruel "deporte" de las peleas de perros.

Así surgieron los ancestros del bull terrier actual, que se conocían como bull and terrier, debido a los cruces involucrados. Esos perros tenían la combatividad y resistencia al dolor del bulldog de entonces y la agilidad y sagacidad de los terrier. Aunque más ligeros que los perros bulldog de entonces, estos bull and terrier eran más parecidos al bulldog de esas épocas que al bull terrier actual. De hecho, la cabeza tenía stop marcado y la apariencia general era similar al Staffordshire bull terrier actual.

A partir de 1850, James Hinks estandarizó la raza por primera vez, al llevar a cabo cruces seleccionados entre bull and terrier blancos con otras razas, incluyendo el hoy extinto White English Terrier. Los perros criados por Hinks fueron el pilar de la raza actual, y en su tiempo ya se los conocía como bull terrier o "los caballeros blancos".

La raza de esa época todavía tenía stop marcado y la cabeza no era la cabeza de huevo típica del bull terrier actual. No se conoce con certeza qué razas se emplearon para conseguir esta cabeza típica y mayor elegancia del cuerpo, pero se piensa que se utilizaron razas de perros como el perdiguero de Burgos, el collie, el greyhound e incluso el dálmata.

El primer club de bull terrier se creó en Inglaterra, en 1887. En 1888 se publicó el primer estándar oficial de la raza. En 1917 nació el primer bull terrier moderno, con cabeza de huevo y sin stop. Su nombre era "Lord Gladiator" y representa el nacimiento de la raza como la conocemos hoy en día.

Los bull terrier miniatura se desarrollaron posteriormente, a partir de cruces selectivos entre perros bull terrier estándar. Su desarrollo tuvo que ver con las nuevas funciones que cumplía la raza, como perros mascota.

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