Los problemas psicológicos del perro
Los problemas psicológicos del perro muchas veces vienen dadas a través de conductas estereotipadas, es decir, conductas idénticas que se repiten habitualmente en el perro, por ejemplo, el lamido de las patas, la persecución de la cola, un ladrido monótono, destrozos en la casa…
Si tu perro tiene una conducta estereotipada, primero de todo hay que acudir al veterinario para descartar que haya algún problema físico que el perro lo manifieste mediante una conducta de este tipo. Si el examen médico es favorable y el perro no tiene nada, entonces tenemos que hablar de problemas psicológicos.
La mayoría de las causas de que se produzcan estas conductas o manías se debe principalmente por dos motivos: aburrimiento, frustración o ambas cosas.
Un perro aburrido, encerrado en una casa donde la rutina impera el día a día, donde el perro se levanta y cada día hace lo mismo: levantarse, salir a pasear para hacer sus necesidades, vuelta a casa, dormir, levantarse a beber, volver a dormir, comer, dormir, salir de nuevo a pasear para hacer las necesidades, beber, volver a dormir, salir a dar el último paseo del día para hacer sus necesidades, y volver a dormir para a la mañana siguiente volver a hacer lo mismo… ¿no es para desquiciarse?
En la naturaleza salvaje, para tu perro cada día sería diferente: correr, salir a buscar una presa donde pasaría mil y una aventuras, sorpresas, juegos con los compañeros de la manada, explorar nuevos territorios… excitante, ¿verdad?
Si tenemos un perro y lo condenamos a vivir con nosotros para que nos haga compañía pero, a cambio, no le damos esa ración de diversión y de entretenimiento necesario para que su vida tenga algo de chispa, vamos a acabar creando en nuestro perro problemas psicológicos debido al aburrimiento. La desidia de la rutina llevará a tu perro a lamerse las patas continuamente, a ladrar sin parar, a dar vueltas persiguiendo su cola…
El otro caso, el del perro frustrado, es aquel en el que aunque esté a gusto en casa, se le den sesiones de juego, y la rutina no sea tan marcada como el anterior caso, el nivel de actividad física que requiere no se cumple, entonces toda la energía que necesita quemar, no la quema, y para quemarla se dedica a desarrollar conductas repetitivas como las descritas anteriormente.
Por tanto, la solución está en tus manos: si tu perro presenta este tipo de conductas, tienes a un perro con problemas psicológicos que está gritando por dentro que le des un poco de alegría a su vida.
Saca a tu perro a correr, no a pasear, a saltar, a buscar objetos que le lances… la actividad física que requiere un perro es de una hora y media mínima al día. Ponle solución ya, y devuélvele todo lo que él te aporta a ti.
Si tu perro tiene una conducta estereotipada, primero de todo hay que acudir al veterinario para descartar que haya algún problema físico que el perro lo manifieste mediante una conducta de este tipo. Si el examen médico es favorable y el perro no tiene nada, entonces tenemos que hablar de problemas psicológicos.
La mayoría de las causas de que se produzcan estas conductas o manías se debe principalmente por dos motivos: aburrimiento, frustración o ambas cosas.
Un perro aburrido, encerrado en una casa donde la rutina impera el día a día, donde el perro se levanta y cada día hace lo mismo: levantarse, salir a pasear para hacer sus necesidades, vuelta a casa, dormir, levantarse a beber, volver a dormir, comer, dormir, salir de nuevo a pasear para hacer las necesidades, beber, volver a dormir, salir a dar el último paseo del día para hacer sus necesidades, y volver a dormir para a la mañana siguiente volver a hacer lo mismo… ¿no es para desquiciarse?
En la naturaleza salvaje, para tu perro cada día sería diferente: correr, salir a buscar una presa donde pasaría mil y una aventuras, sorpresas, juegos con los compañeros de la manada, explorar nuevos territorios… excitante, ¿verdad?
Si tenemos un perro y lo condenamos a vivir con nosotros para que nos haga compañía pero, a cambio, no le damos esa ración de diversión y de entretenimiento necesario para que su vida tenga algo de chispa, vamos a acabar creando en nuestro perro problemas psicológicos debido al aburrimiento. La desidia de la rutina llevará a tu perro a lamerse las patas continuamente, a ladrar sin parar, a dar vueltas persiguiendo su cola…
El otro caso, el del perro frustrado, es aquel en el que aunque esté a gusto en casa, se le den sesiones de juego, y la rutina no sea tan marcada como el anterior caso, el nivel de actividad física que requiere no se cumple, entonces toda la energía que necesita quemar, no la quema, y para quemarla se dedica a desarrollar conductas repetitivas como las descritas anteriormente.
Por tanto, la solución está en tus manos: si tu perro presenta este tipo de conductas, tienes a un perro con problemas psicológicos que está gritando por dentro que le des un poco de alegría a su vida.
Saca a tu perro a correr, no a pasear, a saltar, a buscar objetos que le lances… la actividad física que requiere un perro es de una hora y media mínima al día. Ponle solución ya, y devuélvele todo lo que él te aporta a ti.
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